“A las mujeres les digo que se animen, que si tienen sueños y proyectos, que se animen a realizarlos, lo digo por mi experiencia. Yo estudié y hoy estoy acá, agradecida; siento un gran orgullo personal, porque me estoy desempeñando día a día en lo que me gusta y me están valorando por mi tarea”, indicó Natalia, Instructora de la Escuela.
“Tener el uniforme dentro de mi casa me inspiró, y me ayudó con la iniciativa de trabajar de policía”, afirmó. Junto a su hermano, quien se desempeña en la provincia de Buenos Aires, siguieron el ejemplo de su padre, ya retirado de la fuerza.
Como muchas otras mujeres que son el sostén de la familia, Natalia cumple también el rol de madre: “Es difícil porque hay veces que estoy mucho tiempo fuera de mi casa; pero por suerte tengo mi familia que me ayuda en todo. Es lindo llegar a casa después de trabajar y encontrarme con mi hija, poder acompañarla en sus actividades y pasar momentos juntas”, destacó.
“Hay muchas mujeres que quieren ser policías, y el tener como Jefa una mujer, nos motiva mucho. En la Escuela hay abanderadas mujeres, con los mejores promedios, instructoras mujeres. La mujer se está animando más al trabajo, y eso es muy importante”, finalizó.