Con estas obras, se busca dar solución a las problemáticas que acarrea el cambio climático cada día más palpable en Río Negro, con períodos de sequías que se extienden en el tiempo, provocando crisis hídricas en las cuencas de los ríos Limay y Colorado y niveles bajos del lago Nahuel Huapi y el arroyo Ñireco, por ejemplo.
Las construcciones son estratégicas, ya que algunas reubicaron la toma de captación y otras cuentan con nuevos impulsores o sistemas de bombeo, instalación de bombas, filtros y cisternas automatizadas.
En total, las cuatro suman $67.918.701. Estas obras de agua -al igual que las de cloacas- se las conoce coloquialmente como “invisibles”, pero resultan vitales para los rionegrinos y las localidades donde residen, ya que posibilitan la provisión de un recurso cada vez más escaso y sobre el que la sociedad civil debe generar conciencia en su uso.
En funcionamiento
1. Bariloche (barrio El Trébol): $21.755.509. Instalación de bombas sumergibles, sistema de filtros y cisterna automatizada.
2. Bariloche (barrio Wanguelen): $7.593.941. Construcción de nueva cisterna, reemplazo de bombas de captación y sistema de presión.
3. Fernández Oro: $28.027.290. Construcción de toma, sistema de bombeo e impulsión.
4. Mainque: $10.541.961. Reubicación de toma de captación y nuevo impulsor.
Más obras
Pilcaniyeu también cuenta con una obra de agua potable llevada adelante por Río Negro a punto de ser finalizada, como así también figuran otras para Viedma, Catriel, General Roca, Cervantes (con financiamiento nacional); y otras 4 en Las Grutas, Bariloche, Maquinchao y Sierra Pailemán, con aportes provinciales.